Ok, lo admito – he redactado este post para los motores de búsqueda.

Muchos de ustedes saben que no me gusta NINGUNA de las visiones contemporáneas de la escatología (final de los tiempos); todas hacen trampa. La única razón por la que parecen coherentes es que sus articuladores toman ciertas decisiones presuposicionales sobre ideas y cuestiones clave y luego siguen las trayectorias resultantes.

Naturalmente, tengo mis propias ideas sobre la escatología.  Dicho esto, la escatología me desagrada lo suficiente como para no exponer mis ideas al respecto en este blog (al menos durante algún tiempo; por favor, déjenme disfrutar de ella durante un tiempo).  Pero, a modo de introducción, quiero plantear algunas cuestiones sobre las que todo punto de vista debe reflexionar. Quiero cuestionar sus propias suposiciones y plantear las preguntas clave. Mi objetivo es que todos nos demos cuenta de lo simplistas que suelen ser las respuestas, y que desarrollemos un sano escepticismo hacia cualquier punto de vista que pretenda tenerlo todo resuelto. Eso, y molestar a Tim LaHaye.

Aquí está la primera entrega: ¿Por qué tantos cristianos dicen que el templo será reconstruido en los últimos tiempos cuando se refieren a los creyentes y a la iglesia como el templo?

Aquí están las instancias más obvias donde los cristianos o todo el cuerpo de Cristo (la Iglesia) son referidos de esta manera:

1 Corintios 3:16

16 ¿No sabéis que vosotros (en plural – la iglesia) sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es santo, y vosotros (en plural) sois ese templo.

1 Cor 6:19-20

19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios? No sois vuestros, 20 porque habéis sido comprados por precio. Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo.

Efesios 2:13-22

13 Pero ahora, en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él mismo es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando en su carne el muro intermedio de enemistad 15 mediante la abolición de la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo un solo hombre nuevo en lugar de los dos, haciendo así la paz, 16 y reconciliarnos a ambos con Dios en un solo cuerpo por medio de la cruz, matando así la enemistad. 17 Y vino y os anunció la paz a vosotros que estáis lejos, y la paz a los que estáis cerca. 18 Porque por él tenemos ambos acceso al Padre en un solo Espíritu. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús mismo, 21 en quien todo el edificio, bien concertado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. 22 En él también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios por el Espíritu.

Estoy seguro de que todos ustedes han leído estos versículos antes, pero ¿por qué es que no pensamos escatológicamente cuando los leemos? Tal vez hemos sido condicionados.